ENTREVISTA | PABLO ERROZ

POR: Cayetana Ariznavarreta | FOTOS: Juan Moore

¿Quién es Pablo Erroz? Descubrimos el alma y los valores que definen la marca homónima del diseñador mallorquín. Mientras, nos adentramos de lleno, y en primicia, en la propuesta que presentará en unos días en la pasarela de MBFWM.

NUEBO: ¿Cuál es el alma de Pablo Erroz como marca?

Pablo Erroz: Somos un proyecto multidisciplinar que busca conectar y emocionar con el propósito de ser culturalmente relevantes. Un proyecto en evolución constante. 100% multidisciplinar.

N: ¿Cómo ha sido la transición desde los inicios a como es ahora Pablo Erroz?

PE: Muy natural y orgánica. Hemos ido creciendo y consolidándonos poco a poco pero siempre con una gran ambición de querer dejar un legado o una aportación al mundo y a la sociedad. Que lo que hagamos tenga una razón de ser, un sentido, y no deje indiferente.

Siempre he admirado la arquitectura. Obras que permanecen con los años, pensadas para que la gente viva en ellas, las contemple y pasen cosas. Construir lugares con un fin, que muchos de ellos permanecerán en el tiempo y formarán parte de la historia. Al menos de una parte.

Lo que no se recuerda, no existe. Tampoco lo que no se comunica. A partir de ahí, de manera muy natural, hemos intentado ser siempre relevantes en lo que hacíamos. Primero, para nosotros mismos. Y, desde ahí, de la curiosidad, la ambición y el buscar seguir emocionándome, el proyecto ha ido haciendo la transición hasta encontrar su camino, su lugar, y poco a poco consolidarse.

N: ¿Cuánto hay de lo que imaginabas/soñabas en un principio en el cuerpo que tiene ahora el proyecto?

PE: Cada vez se parece más a lo que imaginé que podría ser. No es tanto cuestión de soñar como de proyectar y hacer. Por eso decimos que este es un proyecto where dreamers meet doers. Soñar sirve de poco si no se pasa a la acción.

N: Dado que es un proyecto multidisciplinar, ¿cómo consigues que todo tenga la esencia distintiva de Pablo Erroz?

PE: Todo está conectado, y más entre disciplinas artísticas. Es parte de mi lema y también del origen del diseño. Vivimos en una sociedad que cada vez pretende condicionarnos más, encasillarnos, limitarnos… los límites se los pone uno mismo, nadie más. De ahí que todo lo que hagamos comparta la misma esencia, un ADN personal conectado. Sólo así conseguiremos un discurso propio. Además de habernos llevado a colaborar con infinidad de marcas como New Balance, Fujifilm, Grefusa, Bulthaup, Chupa-Chups, Xiaomi, Iberia… o marcas de iluminación, bodegas, alfombras, suelos y mobiliario, entre otras.

N: Hay muchas formas de integrar la sostenibilidad como valor en una marca. Por ejemplo: reducción de agua o reutilización de materiales. Y Pablo Erroz opta por hacer una única colección anual. ¿No suena muy arriesgado dentro de una industria basada en tendencias temporales, inmediatez, diferentes climas…? ¿Qué te había dentro de ti diciendo que la idea de hacer una colección atemporal era posible?

PE: Precisamente eso, el hacerlo sostenible. La palabra sostenibilidad empieza a estar demasiado usada y muchas veces sin demasiado sentido, es lo que tienen las modas.

Sostenible no es más que aquello que se puede mantener en el tiempo, en el corto, en el medio y en largo plazo. Ahí interfieren muchos factores, no sólo el ambiental. También el económico, el emocional, el personal… para nosotros no tiene sentido producir sin medida, sin tiempo para pensar, sin emocionarnos. Y tampoco lo necesitamos, al contrario.

Presentar una colección anual, con un mensaje sólido, pensando, potente, que realmente aporte algo y tenga algo que decir y que gracias a un tiempo más pausado te permita introducir y nutrirlo con otras disciplinas, tiene todo el sentido del mundo. ¿De verdad en una sociedad que cada vez tiene menos definido el clima, los géneros a la hora de vestir y que tiene los armarios llenos (de prendas y de falta de emoción) necesita seguir produciendo tanto? Por nuestra parte no. Es más, cuanto menos produzcamos, mejor.

N: ¿A qué desafíos te enfrentaste en los comienzos?

PE: El ego. Creo que es lo que tenemos más presente al principio.

Gran error. Creo que la mayoría de veces, también porque se enseña poco, la mayoría de diseñadores nos enfrentamos al reto empresarial, que algunos ni siquiera tienen presente. El hacerlo viable económicamente. Aprovecho y matizo: cada empresa es distinta y tiene un modelo de negocio y manera de funcionar diferente.

Y es ahí, donde cada uno debe encontrarse y diferenciarse. El reto o desafío más grande que todos podemos tener en nuestro negocio al final no es otro que el de mantenerlo. Y eso es en definitiva hacerlo sostenible.

N: ¿Qué es el proyecto Colombia? ¿Cómo vamos a ver el sello de Pablo Erroz en él?

PE: Es un proyecto que sigue parte de nuestro propósito de unir y vincular. Ya hicimos un proyecto parecido con la isla de La Palma y su seda o con Mallorca y su ikat. La idea es poner en valor y contar al mundo aquello que, si no se conoce y se cuida, se acabará perdiendo.

Todavía tenemos grandes tesoros por mantener, pero deben de volver a ponerse en valor antes de que sea demasiado tarde. Nosotros tenemos ganas y voz para hacerlo. Lo más disruptivo del proyecto Colombia será el cómo gracias a la I+D+I hay empresas que están consiguiendo transformar el residuo del café (borra) en objetos como botones, consiguiendo así una circularidad real y convirtiéndose en parte de la solución.

N: En los desfiles se muestra ese aspecto multidisciplinar… ¿Cómo consigues crear tanta armonía en la pasarela entre las prendas y los muebles para hogar? Es un concepto muy innovador que seguro que deja a los espectadores atónitos.

PE: Sin duda es en ese aspecto como más cómodo me siento trabajando y donde hemos encontrado nuestra principal ventaja sostenible. Cuando todo lo haces de manera natural y con un interés real, todo se acaba conectando.

Porque de por sí, todo lo está. Unas disciplinas no pueden entenderse sin otras. Todas se nutren.

Por eso este año hemos creado Pablo Erroz The Club, concepto en torno al cual gira nuestra última colección. Un club de miembros privado, un club de ideas y de personas que comparten una manera de pensar, con objetivos similares y que se encuentran en ese club donde pasan cosas y todo se acaba conectando.

N: ¿Un adelanto de lo que veremos este año en MBFWM?

PE: Este año montamos nuestro primer club, un club de miembros donde todos los invitados forman parte de él. Un lugar, real o imaginario, donde dar la bienvenida a todos los miembros de nuestra comunidad y plasmar todo nuestro universo de marca transversal.

N: ¿Qué retos creativos se plantean en este 2024?

PE: Todos. Sigo sin ponerme límites en nada de lo que hago.