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ENTREVISTA | NANSI NSUE x HATE SONGS

ENTREVISTA | NANSI NSUE x HATE SONGS

Por: Fernando Bernal | Foto: Daniel Mayrit

Tras más de una década instalada en Inglaterra, esta actriz ecuatoguineana lleva un tiempo encadenando proyectos en el país donde creció: un par de películas con Benito Zambrano, una serie con Clara Roquet pendiente de estreno y también el filmE ‘Hate Songs’, que ESTE MES LLEGARÁ A CINES TRAS SU PASO POR EL FESTIVAL D’A. Un papel en el que demuestra su capacidad para abrazar personajes intensos y hacerlos suyos. Una actriz a la que seguir muy de cerca, porque promete continuar haciendo cine en cualquier país desde el que la llamen para ser esa “guineana que llegue a lo más alto”. No le pierdas la pista.

Ecuatoguineana, criada en Alicante y afincada en Londres, Nansi Nsue (1989) ha desarrollado en Gran Bretaña gran parte de su formación, y también comenzó allí su carrera profesional, que ahora con varios proyectos la devuelve al país donde creció. “En 2008 mi tía quería irse a Inglaterra. Estábamos en plena crisis y no tenía trabajo. La cosa no iba bien. Yo en aquella época sentía que se me quedaba un poco pequeño Alicante y quería aprender inglés y estudiar Marketing, que era lo que estaba haciendo. Acabamos en Belfast, y por casualidad me metí en una agencia de figurantes y entré en una película medieval de Hollywood, de extra. Fue magia, aunque fuera un día. Así es cómo empecé. Tuve la oportunidad de entrar en este mundo y decidí formarme”. Se considera autodidacta, pero una vez que se mudó a Londres encontró un estudio ‘de método’ en el que estuvo tres años. No probó suerte en una escuela de drama porque no pensaba que fuera lo suficientemente buena para pasar las pruebas, y además tenía un inglés con fuerte acento español. “Hice algunos talleres, pero mi mayor aprendizaje ha sido trabajando. La primera vez que me sentí actriz fue con una obra de teatro, en el Cervantes de Londres, donde fui contratada para hacer de una Yerma afrocaribeña. Fue un show tremendo. Duró como cuatro meses y acabé y dije: ‘Soy actriz, lo puedo hacer y quiero papeles a los que pueda hincarle los dientes”.

Tras varios filmes en Inglaterra llegaron las propuestas de España. Primero con Benito Zambrano en Pan de limón con semillas de amapola (2021) y ahora con Hate Songs, de Alejo Levis, una película que levanta testimonio del brutal genocidio cometido en Ruanda donde murió cerca de un millón de personas, principalmente de la minoría tutsi, a manos del Gobierno. En abril de 1994, mientras se cometían impunemente estos crímenes contra la humanidad, la emisora RTML emitió durante meses mensajes de venganza, arengando a la población a actuar con violencia. La acción transcurre en abril de 2019, cuando desde esos mismos estudios que emitían la señal de la que fue conocida como la Radio del Odio se locutan “ficciones y no-mentiras para despertar el espíritu crítico de la población, con la voluntad de que nunca más crean en todo lo que oyen a través de su transistor”: el discurso es perfectamente extrapolable.

Nansi define Hate Songs como “una película heavy, con un trabajo espectacular con el sonido y con la imagen”, que esconde múltiples secretos que lo acercan por momentos a la propuesta de filme político y de denuncia o al thriller claustrofóbico más apasionante. Tuvo que trabajar el background histórico y emocional de un personaje realmente complejo: “Conocía lo que pasó a través de la película Hotel Rwanda (2004), pero solo cuando llegué a este papel empecé a documentarme realmente. Luego, Alejo creo una playlist con programas que se emitieron en la radio real y entrevistas con gente que sobrevivió al genocidio. Mucha información, no solo de 1994, sino de cómo empezó todo. Las grabaciones reales que escuché son peores que las que se escuchan en la película, pienso ahora mismo en ellas y quiero llorar. Esa parte de la investigación fue un trauma, más que hacer la película en sí”.

En la cinta la acompañan Àlex Brendemühl y Boré Buika, por lo que la complicidad entre ellos resultó clave en la preproducción. “Quedamos con Alejo en Barcelona para hacer la lectura. Fueron tres días intensos para identificar los papeles: el occidental que vivió el genocidio, el ruandés que no salió nunca del país y la ruandesa, yo, que salió del país y tiene una cultura occidental. Se trataba de conocer cómo eran los personajes y cómo fue su experiencia en 1994”. Es una película que mantiene la unidad de espacio, acción y tiempo, transcurre dentro de la emisora durante la recreación en 2013 de uno de esos fatídicos programas de propaganda, en un ejercicio de radio real dentro de cine de ficción. O quién sabe si viceversa, y ahí está uno de los plot twist de este interesante ejercicio. “Me sentí un poco como cuando hice Yerma en teatro, día tras día en un mismo lugar. Te puedes meter en la historia porque estás encerrado en un set. Pero eso también genera estrés: trece horas a oscuras todos los días y lidiando con esa voz interior que te dice que esto realmente ha pasado. Era bueno y malo al mismo tiempo, ayudó muchísimo a transmitir, pero nos mantuvo a la vez en una mentalidad un tanto traumática”.

Hate Songs es un proyecto de la productora Mundo Cero, que nace con el compromiso de crear contenido para educar, concienciar y generar una transformación en la sociedad en torno a temas como la guerra, la pobreza, la desigualdad o la sostenibilidad. En este caso habla sobre la memoria histórica, el perdón y la reconciliación, algo que a Nansi le toca especialmente como africana. “Hay que conocer la historia para poder seguir adelante; en el mundo en que vivimos tenemos la capacidad de borrar y no afrontar la culpa. Si no reconocemos el mal que se ha hecho, si no abrimos la puerta a una conversación para ver cómo se sienten ambas partes, no habrá posibilidad de reconciliarse. No lo hemos hecho aún con lo que ha pasado en la historia con las colonizaciones, la esclavitud o el racismo. Estamos en un mar muy gris en el que poca gente quiere hablar y muchos se sienten atacados. Merecemos una conversación honesta, como hacen los personajes del filme. La película es un buen ejemplo de cómo seguir adelante. No perdonar, sino reconocer y seguir adelante”. Nansi expone el tema del racismo: en el cine español sigue habiendo pocas oportunidades para actores racializados, y de alguna manera vive al margen de la realidad. “Estoy de acuerdo al ciento por ciento. Yo agradezco estas oportunidades y que haya historias que contar. Pero hay que darse cuenta de qué tipo de personajes estamos haciendo. Es importante que se cuenten películas con causas sociales como esta, pero también es importante que no se nos represente como emigrantes por nuestro color. Somos personas con vidas normales y eso también tiene que ser representado. Hay gente en pueblos o ciudades que no tiene contacto con extranjeros, y su forma de ver el mundo es a través de las noticias. Si no se les muestra que somos gente que estamos aportando a la sociedad… Alguien puede venir en patera y ser doctor en su país, pero ha llegado aquí buscando una vida mejor y para enriquecer nuestra sociedad”. Para terminar, ¿planes de futuro tras Hate Songs? “Me gustaría poder representar a Guinea Ecuatorial en el mundo de la industria. Que dijeran: ‘Mira, una guineana ha llegado a lo más alto’. Abrir las puertas a mi país y hacer cine en cualquier lugar del mundo de donde me llamen”.

De John Cameron Mitchel a Clara Roquet

Benito Zambrano le dio aquí su primera gran oportunidad, y ahora vuelve a trabajar con él. “Es un amor”. Así lo define. “Benito es mi arroz con leche, muy dulce. Con El salto (2024) hizo mucha investigación, fue al campamento real. Tiene esa responsabilidad de informarse bien, ese tipo de cuidado de querer entender lo que necesita una historia negra contada a través de una persona blanca, con respeto”. Nansi hace referencia a la próxima película del director, que se estrena este mes de mayo tras pasar por el Festival de Málaga, y que está ambientada en la valla de Melilla. Pero, antes de Zambrano, apareció en su carrera un director de culto como John Cameron Mitchell, responsable de títulos tan icónicos como Shortbus (2006) o Hedwig and the Angry Inch (2001). Y también tiene definición para él: “Una flor y otro amor”. Juntos trabajaron en Cómo enamorar a una chica punk (2017). “Si ves lo que publica en sus redes y lo conoces sabes que es muy particular y a la vez muy cariñoso. Es una persona que, aunque esté muy arriba, se empeña en subirte para que puedas situarte a su altura. No sentí ningún tipo de presión porque no se considera en ningún momento especial”. Su próximo proyecto la une a Elena Anaya, Belén Cuesta, Irene Escolar y Marta Etura en Las largas sombras (estreno exclusivo en el D’A), la primera serie de televisión de Clara Roquet (Libertad, 2021). “Llegué tarde al rodaje y me sentí muy abrazada por todas ellas. Clara es espectacular a la hora de manejar tantas voces diferentes de una manera tan rápida. He visto un poco la serie y vais a flipar”.

 

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