Porque Monteperdido no son nuevos en esto, y se nota. Mucho. Su militancia en la escena nacional dentro de bandas de emo y screamo casi les convierte en veteranos de guerra. “Venimos del punk y del rollo social, pero hay que quitarse los prejuicios. Yo nunca pensé que acabaría tocando algo tan melódico”, comenta Tomás. “Lo de ahora es más rock, pero tenemos influencias muy variadas que van desde el mid-west emo a bandas como Amenra, Violent Soho o Drug Church”, apuntan Dani y Willo. Por su parte Bego reivindica la importancia de estar siempre a la última… “Hay que escuchar cosas nuevas y avanzar. Si no te quedas atrás. He sido gótica, punk y hardcore… Cada cierto tiempo pego un cambio y ahí está lo interesante. Me niego a escuchar siempre lo mismo”. Un cóctel de influencias artísticas que les distancian de otros grupos de su generación. “No lo considero una escena porque, aunque nos une la música, aquí no hay nada político. Y, además, no todos compartimos público”, aclara Tomás.