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ESTRENOS | HIT MAN

ESTRENOS | HIT MAN

Por: Charas Vega

La última película de Richard Linklater (Houston, 1960), estrenada en la pasada edición del Festival de Venecia, se pudo ver antes de su llegada a las salas en la ciudad condal gracias al Festival de Cine de Barcelona. Una comedia de acción basada en hechos reales con toques del mejor screwball que ha encantado tanto a crítica como a público. ‘Hit man. Asesino por casualidad’ ronda los temas recurrentes del texano, la filosofía, esas historias de vidas corrientes que súbitamente dejan de serlo, y un humor más bien macarra. Una delicia tanto para fans de Linklater como para amantes del género.

La historia es sencilla: nuestro protagonista, Gary Johnson (Glen Powell), es un profesor de filosofía solitario que se ve enredado en un trabajo como agente infiltrado y que se hace pasar por sicario. Esta nueva ‘faceta’ de su vida acaba encajando como un guante, y a base de ganar confianza en sí mismo acaba por convertirse en maestro del disfraz, una suerte de Mortadelo que permite a Powell mostrar una faceta cómica inédita hasta la fecha y que le sienta estupendamente. “Suelo escribir los guiones con los actores, así que los diálogos son pactados, además de muy ensayados”, dice Richard Linklater mientras presenta Hit Man, su nueva película, en el marco del Festival de Barcelona. “Parece que improvisamos pero, de hecho, somos muy estrictos con el guion. Escribir los guiones y trabajarlos con los actores hace que todo salga muy natural, pero hay mucho trabajo previo detrás”. Es un proceso habitual en el director texano, que siempre persigue la credibilidad en sus cintas. Ahí están los personajes de Jack Black en School of Rock o Bernie, a los que el actor imprimía gran parte de su personalidad. Glen Powell firma como coguionista de la película, y su caso es parecido. Tanto que el director recalcó entre risas que se parece más a ese Hit Man que al profesor de filosofía.

El punto de inflexión de la cinta llega cuando Gary conoce a Maddy (Adria Arjona), ama de casa que contrata los servicios de este sicario para terminar con la vida de su marido maltratador. Gary comienza a enamorarse de esta mujer que, además de no coincidir con el perfil de sus anteriores clientes, también desarrolla sentimientos recíprocos hacia él -o al menos hacia el personaje que él ha creado-. El hecho de que Hit Man se base en una historia real no impidió a Linklater tomarse bastantes licencias creativas: descubrieron la noticia en la que se inspira, contactaron con el protagonista y él, una vez dio su aprobación, decidió no interferir en el proceso de la película, como contó Linklater en rueda de prensa. Este hombre murió poco antes del estreno de la cinta, así que Hit Man, dice Linklater, está dedicada a su memoria.

 

ECOS AL MEJOR LUBITSCH Y SU INDISTINGUIBLE “TOQUE”

Linklater se ha atrevido a tocar géneros muy diversos a lo largo de su carrera, y todos ellos de manera más que sobresaliente. La comedia, la filosofía o el uso de una banda sonora plagada de canciones de rock son varios de los pilares de su filmografía, entre la que podemos encontrar desde dramas familiares a películas de animación o incluso coming of ages. Y uno de los grandes aciertos de Hit Man es la recuperación del filme noir a la hora de dar forma tanto a la subtrama amorosa como al arquetipo sobre el cual se sostiene el personaje de Maddy. Nos encontramos ante una película firmemente posmoderna pero con unos diálogos delirantes que emulan al screwball comedy de los años cuarenta y que recuerdan al mejor Lubitsch. Y en la que cobran especial importancia todos los props que caracterizan al personaje de Glen Powell, una especie de Zelig (Woody Allen, 1983) que juega con acentos e incluso con manierismos estereotipados para crear comedia casi de cartoon, para crear a los diferentes Hit Mans que tratarán de convencer a los ciudadanos para que contraten sus servicios.

DE VENECIA A NETFLIX

“Me sorprendí al ver el interés de las plataformas de streaming por Hit Man (…) La verdad es que también ha tenido muy buena acogida aquí en Barcelona, pero también en Venecia… Estamos muy contentos por ver a tanta gente dándonos buenas críticas”. No es raro que Linklater, auteur díscolo con incursiones contrastadas en el mainstream pese a su visión innegociable, se sorprenda de que su película esté radiándose a través de grandes altavoces, del mismo modo que no sorprende el interés de Netflix, que distribuirá la cinta en EE UU: aunque el texano parezca tan solo conocido por el espectador de cine independiente, no debemos olvidar que casi se alzó con el Oscar por Boyhood (2014) y que su nombre está detrás de una de las comedias familiares más rentables de la década pasada, School of Rock (2003). Además, y aunque este film de presupuesto medio aborde temas no demasiado populares como la filosofía y se trate de una comedia de acción un poco fuera de lo común -no solo por su falta de escenas de acción, sino por su construcción del humor apostando por la situación y el enredo en vez de la punchline-, cuenta con uno de los grandes nombres del año, un Glen Powell que viene triunfando desde su aparición en uno de los blockbusters más taquilleros de la década -Top Gun Maverick (2022)- y que este 2024 doblará apuesta con una de las rom coms de la temporada: Anyone But You.

Tras las alabanzas en Venecia y Barcelona, Linklater ha encontrado otro motivo de satisfacción más según avanzaban las proyecciones. “Desde mi asiento podía escuchar las carcajadas del público… Es muy emocionante ver a toda una sala de cine riendo”. Hay algo colectivo en la forma en que una comedia se completa en vivo y en directo. “Creo que esta película gana con una gran audiencia, así que recomiendo al espectador ir a verla al cine… O al menos verla en compañía”. Lo secundamos.

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