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ENTREVISTA | PABLO ROUSS

ENTREVISTA | PABLO ROUSS

Por: Marta España

Tiene 14 Discos de Platino y 11 Discos de Oro. En 2022 ganó 2 Grammy Latinos por su trabajo con Sebastián Yatra. Este año, además, ha dado un salto a la televisión, siendo jurado del talent show ‘Operación Triunfo’. Sin embargo, ha sido incapaz de disfrutar de sus últimos logros: en su nuevo disco, ‘Asintomático’, refleja el proceso de duelo que ha sufrido tras la muerte de su madre.

Rouss ha marcado el camino del pop «zillennial» que mira hacia los 2000 con nostalgia y le añade un poco de autotune: Walls, Pole, Hens o Marmi son algunos de sus niños prodigio. Además de apadrinar ese sonido, firma trabajos de David Bisbal, Lola Índigo o Sebastián Yatra -que le procuró un par de Grammys hace dos años-. Y el pasado noviembre comenzó su andadura como jurado en Operación Triunfo, pasando de ghost writter a personaje público. Tiene el lugar que muchos envidian y, sin embargo, sus logros le han pasado de refilón. Asintomático, su nuevo álbum, es una elegía a su madre, que falleció de cáncer hace dos años. “Creo que es un tema del que se habla muy poco: la muerte y la pérdida son temas tabú. Como sociedad no estamos preparados para afrontarlas, y para mí era necesario aportar mi granito de arena en este tema tan marginado”. No es su debut como solista -en 2023 lanzaba Ciclos, con colaboraciones de sus habituales- pero él se sigue considerando un debutante: “Ciclos era muy mainstream, muy grandilocuente, así que decidí que mi disco personal fuera lo más real posible”. Su proceso de duelo es el responsable de esa atmósfera outsider. “No es un disco comercial, lo hice para sanarme. Es introspectivo, con unos sonidos bastante oscuros. Está hecho por necesidad más que por industria, y por eso creo que le va a llegar muchísimo a la gente que haya vivido algo parecido. De hecho, cuando tuve la primera reunión con mi equipo me dijeron que quizá era demasiado literal”.

Así, mientras producía sobre amor y desamor naif, a Rouss la vida le pasaba por encima, y en su interior se generaba una disociación entre lo que expresaba y lo que sentía: “La primera vez que me ha dado tiempo a asimilar lo que me ha pasado ha sido ahora. Vivía en modo automático. O sea, no he conseguido disfrutar prácticamente ninguna de las cosas buenas que me han pasado en mi vida, porque no he tenido tiempo físico para hacerlo. Este disco me ha venido bien para aprender a parar y poder escucharme de verdad”. Así, el recuerdo de su madre es la premisa para una dedicatoria afectiva y un aprendizaje personal, pero también un punto de partida para reflexionar sobre salud mental, gestión de la pérdida o la existencia en sí misma, no tan presentes en el mainstream nacional como al cantante le gustaría: “Estar mal está bien. Tomarte el tiempo de afrontar el sufrimiento, de no querer salir de casa en un mes, está bien, porque cada uno necesita un tiempo para afrontar ese duelo. La muerte es algo con lo que hay que aprender a vivir, forma parte de la vida. No hay que quitarle importancia ni darle más de la que tiene”. La sociedad, dice, no deja lugar a la introspección, solo a vivir al día y sacarse las castañas del fuego, pero prefiere mantenerse positivo. “Si no, no aguanto cuatro años en la industria como llevo. Intento mantenerme siempre al mismo nivel de exigencia, y eso en algún momento peta”.

Durante el proceso de duelo Rouss tuvo que alejarse de las lógicas hiperproductivas de la industria musical, y reconectó “con el Pablo de hace seis o siete años que se dedicaba al mundo del metal, el rock y el hardcore”. Necesitaba volver a sus orígenes. “Creo que la clave de un artista es ser fiel a su esencia. La autenticidad está más en quién eres y en tu discurso que en la fidelidad a un estilo de música”. Ha sido su aperturismo -de Slipknot a Britney Spears- el que desde joven le propició la asociación cognitiva música-negocio: aun viniendo del metal, nunca ha dudado sobre su relación con las multis: “Tu labor es intentar que los intereses de tu equipo se alineen lo más posible con los tuyos; probablemente nunca lo estén completamente. Hay que entender la industria no como el enemigo, sino como la herramienta para conseguir lo que quieres”. Esa falta de conexión entre la exposición de su intimidad y lo superfluo de las masas ha provocado estos meses uno de los mayores contrastes en su carrera: mientras publicaba posts hablando de la muerte de su madre, las redes se llenaban de odio hacia su figura como jurado de OT. “En un vídeo sobre mi madre que subí a TikTok alguien intentó un meme tipo: ‘Tu madre desde el cielo te nominaría’. Tengo suerte de tener una estabilidad mental que te cagas, y a mí estas cosas no me afectan. Pero tú le dices esto a una persona un poco más sensible y la revientas, la destrozas. No se puede ser tan destructivo”.

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