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ANNA PAZOS: «PENSABA EN LUGARES DONDE VIVIR DE FORMA INTENSA. LUEGO DESCUBRES QUE POR MUCHO QUE SE VIAJE SIEMPRE ACABAS SIENDO TÚ»

ANNA PAZOS: «PENSABA EN LUGARES DONDE VIVIR DE FORMA INTENSA. LUEGO DESCUBRES QUE POR MUCHO QUE SE VIAJE SIEMPRE ACABAS SIENDO TÚ»

Por Marcos Almendros

SEGÚN DICEN, LOS LIBROS SON EL MEJOR MEDIO PARA VIAJAR, A TRAVÉS DE ELLOS PODEMOS IR A LA EDAD MEDIA, REVIVIR LA GUERRA CIVIL O DAR UN PASEO POR LA GALAXIA. VIAJAR EN EL TIEMPO Y ALREDEDOR DEL MUNDO. DE UNA FORMA MÁS TERRENAL, Y CERCANA, NOS VAMOS DE VIAJE CON ANNA PAZOS CON SU LIBRO MATAR EL NERVIO, CRÓNICA DE VIAJES PERSONALES EN LA QUE LA AUTORA NOS LLEVA A JERUSALEM, TESALÓNICA O NUEVA YORK. AQUÍ TAMBIÉN SE VIAJA CON LSD Y PUEDES PASAR UN RATO CON UN RABINO AMERICANO PRIMO DE BOB DYLAN.

Cojo un libro y me siento en mi despacho. Enciendo el ordenador y comienzo el viaje. Abro un par de pestañas y espero a que se conecte Anna, mi compañera de viaje durante una hora. Nos vamos a ir a Israel, a Estados Unidos y a Grecia, a Lanzarote y Barcelona, vamos a recorrer su vida a través de Matar el nervio, su primer libro es una crónica autobiográfica ante la sociedad en decadencia, un diario de viajes que nada tiene que ver con Poeta en Nueva York de Lorca, que cita la autora: “Un libro que llevaba a todas partes y que nunca había empezado a leer”. Cuando viajas todo es posible. “El periodo de vida que repaso es desde los 20 años y es un intento de explicar la inquietud que me lleva a irme al extranjero todo el rato, huir hacia delante. Hablo de mi Erasmus en Grecia, después a Jerusalem, un viaje en barco y después Nueva York. El punto en común era que yo pensaba que en aquellos lugares podía vivir de forma intensa. Luego se descubre que por mucho que se viaje siempre acabas siendo tú”.
Detrás de ella hay dos carteles de cine y se ilumina su cara cuando coge a su hija en brazos, que está presente todo el tiempo sin extrañarse de la situación. En mi regazo se acomoda mi perra. Todo es fácil de esta forma. “Mi intención no fue escribir unas memorias, era hacer unos ensayos sobre lugares en los que había vivido de manera que los lugares me permitieran hablar de mí, pero al final todo es ficción”.

¿Qué lugares te han dejado más marcada?
Todos los momentos que aparecen en el libro me han marcado de alguna manera. Se ve muy claro en el capítulo de Israel/Palestina que seleccioné escenas que viví, es el menos personal porque tiene una mirada más periodística. Sin embargo en el de Nueva York aparece desde el nacimiento del Me Too o se habla de una fiesta medio sexual en un club de Bushwick.

Citas el Me Too. ¿No crees que la sociedad se está acomodando y las protestas sociales ahora son a través del móvil?
Muchas protestas empiezan en el móvil y después siguen en la calle. Pero yo me pregunto si realmente se puede cambiar la estructura social y política cuando se tiene tan poco control. La política ya no tiene el poder que tenía, ahora está supeditada a fuerzas económicas mucho más difícil de controlar y de influir en ellas. Es un pensamiento muy pesimista y desmovilizador.
Creo que la gente siente un poco de apatía general, para qué te vas a dejar la voz y el físico si no hay capacidad de cambio, no hay sensación de colectivo. Leí hace poco un estudio, centrado en EE UU, que relacionaba esto con la caída de la lívido y el hecho de que los millennials y las generaciones que vienen detrás tienen menos sexo que sus predecesores. Es como una atenuación de los sentidos, como que cae la libido en todos los sentidos,

Un 7 de noviembre ganó las elecciones Trump, el 8 murió Leonard Cohen y el 25 murió Fidel Castro. Dices que notaste estás fechas como esperando una revelación. ¿Ha llegado ya esa revelación?
Sigo esperando [entre risas]. Hablo de un momento en que mi vida personal estaba yendo a la deriva y buscaba señales por todas partes. En ese caso yo seguía la actualidad con una atención enfermiza esperando a encajar piezas.

La bebé que Anna tiene sentada sobre ella escucha atentamente la entrevista, con los ojos muy abiertos. Mi perra sigue encima de mí y me acuerdo de una entrevista que Sánchez Dragó hizo con su gato en brazos. La conciliación familiar. Seguimos…

En Matar el nervio confiesas que en Nueva York escribiste tu primer y último poema en inglés. ¿En castellano o catalán has escrito poemas?
[Risas] No. Bueno, en primaria tenía que participar obligatoriamente en un concurso de poesía, esa es mi única carrera como poeta.

De forma paralela a la salida de este libro, que se ha publicado en castellano y en catalán (Matar el nervi, en la editorial La Segona Perifèria), se ha editado tu ensayo Poder i desig (Fragmenta Editorial). ¿Hacia dónde caminan tus siguientes pasos?
El libro acaba de salir y tengo una bebé pequeña, no estoy pensando en qué voy a escribir.

Has residido en diferentes países y te has enriquecido con experiencias extraordinarias y diversidad cultural pero… ¿qué echas de menos de lo que no has vivido?
Tener una pareja estable convencional en mi país y estando muy tranquila. Habría estado bien. [Risas]

El regreso al origen es sereno y silencioso. La bebé de Anna, sus ojos enormes, ha dirigido el viaje con una discreción insólita.

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