ENTREVISTA | VVV [TRIPPIN’YOU]
Por: Guillermo Chaparro
VVV [Trippin’You] asaltaron el panorama musical en 2021 con su aclamado tercer álbum, ‘Turboviolencia’ (Helsinkipro), un trabajo que consolidó su sonido post-punk neobakala y con el que afianzaron un amplio grupo de seguidores que encontraron en sus letras el reflejo de ese hastío por la realidad que lleva años latente en su generación y que, lejos de acabarse, va a más. Después de girar por toda España, Estados Unidos y LatinoAmérica, el trío mostoleño conformado por Adri, Eli y Salvi publica su nuevo álbum, ‘Vaciador’, un disco que te sumerge en un torbellino de urgencia y violencia generacional
La sombra de Turboviolencia es alargada. Tanto es así que el lanzamiento de Vaciador viene acompañado de una presión de la que no escapa la banda. “Hablando desde la honestidad, tengo una inseguridad enorme con este disco”, confiesa Adri Bremmer, líder y vocalista de la banda. “Lo he escuchado tantas veces para la producción, los másters, etc. que le tengo muchísimo miedo al lanzamiento”. Esta inseguridad resulta comprensible cuando estamos ante el disco más osado del trío. Si para Turboviolencia contaron con un solo productor, Diego Escriche -“le conocíamos, sabemos el sonido que saca y quisimos integrar todas las canciones en torno a él y su sonido”-, para esta ocasión se arropan de hasta cuatro productores diferentes además del propio Adri con el fin de “explotar las virtudes de cada canción en función del productor: CRNDS fue clave para los samples y la armonización de voces, InnerCut para dar un toque mucho más pop similar a lo que hace El Último Vecino, Marco Henri para las percusiones duras y los sonidos bakala, y Celsior aportó su buena mano para el trance”.
El resultado de tantas manos en el estudio es un sonido que es un rugido post-punk que se combina con géneros como la mákina, el trance y el hard trance, el jungle, el dubstep, el UK bass y el UK garage. Alrededor de toda este explosiva mezcla, un denominador común: el uso de samples. “Tenía muy claro que quería volver a trabajar con samples”, cuenta Adri. “Hace años, cuando producía rap, los usaba mucho, pero los fui dejando de lado en favor de la producción con sintes. Para este trabajo quise volver a ello y, en concreto, quería samplear cosas relacionadas con la música que fue importante para mí en la infancia y adolescencia”. Es por ello que encontramos desde melodías del anime Cowboy Bebop hasta el Doe Deer de Crystal Castles.
No es casualidad, pues, que en el tracklist encontremos un tema titulado KLF, homenajeando así a la mítica banda británica que ya a finales de los 80 era conocida por el uso de samples como herramienta de trabajo. “KLF son una referencia a todos los niveles: cómo entender la música, cómo reírte de ella o cómo aprovecharte de ella para forrarte, incluso. Son leyendas absolutas”. Y es que hasta esa idea de ser crítico con la industria desde dentro es algo muy presente también en la filosofía de los Triple V, mostrando siempre una actitud combativa y crítica con plataformas como Spotify, algo que puede parecer contradictorio si tenemos en cuenta que están presentes en dicha plataforma.
“Es una contradicción, sí”, afirma Eli. “Creo que una de las cosas que tiene madurar es vivir con las contradicciones y no machacarte mucho con ellas. Estamos en Spotify porque facilita que llegue tu música a la gente. Es un poco excusa pero es verdad que hay que estar allí”. Aún así, insisten en que siempre se han sentido libres y respaldados por su sello, Helsinkipro, de compartir lo que piensan aunque igual por eso “luego no salimos en playlists ni sonamos mucho en la radio”.
Otra de las claves del éxito del trío madrileño radica en sus letras. Desde el principio, Adri ha sabido plasmar con palabras el hastío, la desesperanza y el espíritu combativo de su generación ante su situación social, laboral y vital. En Vaciador no podía ser menos, aunque también empiece a notarse cómo el paso de los años comienza a hacer mella. “Antes sufría mucho más, pero ahora lo llevo mejor, seguramente porque soy más mayor y la madurez te hace no querer matarte cada dos por tres”, afirma Adri. “Y es posible que las letras de este disco sean más combativas que personales o existenciales. Si bien siempre hemos tenido brochazos políticos dentro de nuestras letras, creo que en este álbum es más evidente”.
Bajo esos tintes políticos subyace también un espíritu comunal que se transmite desde el título del álbum, referencia directa a Vaciador 34, un espacio autogestionado que desempeñó un papel fundamental en la vida y música de VVV [Trippin’You] y que, lamentablemente, fue despojado de su identidad por un fondo de inversión. “Yo fui el último del grupo en conocer Vaciador 34 y me flipó”, cuenta Salvi. “Era el tipo de espacios que me mola para tocar y salir, y su nombre me moló desde el principio. De hecho, quise llamar Vaciador al Turboviolencia pero en ese caso Adri ya tenía claro el título”.
A la hora de enfocar el arte del álbum también ha estado muy presente esta intención política, aunque de ello se ha encargado Xulián Sambade, quien ha guiado a nivel estilístico a la banda como es habitual. “Al final, tenemos muchas referencias de lo que es vivir en una ciudad llena de especulación y vivir en una sociedad cambiante. Por ello, para este trabajo, estilísticamente hemos tenido en cuenta manifiestos y referentes culturales más complejos. Un giro a algo más político, como diogo, pero sin que llegue a ser panfletario”.
Uno de estos referentes culturales es el escritor y artista visual de la generación beat William Burroughs. “Lo que más nos interesó de él es toda esa movida de los cortes sonoros, los cut ups -técnica de construcción narrativa que trasladó a la música Genesis P-Orridge de Throbbing Gristle asistida por Burroughs y que también empleó Brian Eno- y la manipulación de la realidad a través del montaje, ya que de alguna manera se relaciona con el uso de sampleos”. No es la única referencia cultural presente en un álbum que tanto recurre al pintor Paul Klee como a la obra maestra del videojuego Disco Elysium. “Vaciador ha sido un collage de cosas culturales. En este aspecto no tiene nada que ver con discos anteriores, donde somos menos referenciales y más personales”.
Su lanzamiento también dará el pistoletazo de salida a una extensa gira por el país. “Para algunas fechas concretas vamos a probar cosas chulas: distintos sets, otro tipo de formación, distintas movidas visuales”. Y es que lejos de mostrar síntomas de desgaste, los conciertos de Trippin’You siguen siendo uno de los más destacados y esperados por los chavales. “Si bien es cierto que el reguetón sigue siendo el género popular por antonomasia, sí que vemos que desde hace un par de años la balanza comienza a cambiar hacia la electrónica, una música que sirve para desahogarse y que no implica el hedonismo. Y por eso la gente ha conectado con Trippin”.
También tienen en mente una tercera gira americana e incluso doblan la apuesta: “Nos gustaría mucho tocar en Europa en general y Berlín en particular. Hay cosas habladas pero nada en concreto”. No obstante, se resisten a hablar sobre el futuro más allá de Vaciador, hasta el punto que Adri confiesa que “he perdido la pasión por la música, a mí me han ganado. Cuando se convierte en trabajo es difícil mantener la pasión. Antes tenía una ilusión absolutamente rabiosa, sacaba tiempo de dónde fuera para poder ponerme a hacer cosas del grupo… hoy en día me cuesta más ponerme con ello”. Puede que estemos ante su último trabajo o puede que no, lo único seguro es que hay nuevo disco de las uves y eso es siempre una buena noticia. ¡Larga vida a Vaciador!