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MARC SEGUÍ: «EL EP ES UN GRITO DE AUXILIO, DE SOCORRO»

MARC SEGUÍ: «EL EP ES UN GRITO DE AUXILIO, DE SOCORRO»

Por Rodrigo Suárez

MARC SEGUÍ (PALMA, 1998) JURA Y PERJURA QUE CUANDO SE PLANTEÓ LA SESIÓN DE FOTOS DE SU ÚLTIMO DISCO, EL EP ‘AAAAAA’, LO ÚLTIMO EN LO QUE ESTABA PENSANDO ERA EN MOSTRARSE COMO UNA SUERTE DE REPRESENTACIÓN JUVENIL DE UN DEMONIO. Y NO HAY RAZÓN PARA NO CREERLE. PERO RESULTA INNEGABLE QUE MARC HA VISITADO EL INFIERNO, SUFRIDO LA CORRESPONDIENTE PENITENCIA, Y QUE AHORA ASPIRA A TOCAR EL CIELO DEL NUEVO POP EN CASTELLANO. Y SU PARTICIPACIÓN COMO UNO DE LOS CABEZAS DE CARTEL DE SONORAMA 2023 ES SU PARTICULAR PRUEBA DE FUEGO.

Es un jueves todavía no demasiado caluroso de junio y tenemos cita en las flamantes nuevas oficinas de Warner Music, enclavadas en la estación de tren de Príncipe Pío en Madrid. Marc Seguí va contrarreloj, como casi todo el mundo en esta maldita ciudad. Sale de un ensayo express para preparar los conciertos que vienen, el más inminente el del Miami Music Festival -no me pregunten por qué un festival con ese nombre se celebra en Carabanchel…- y, ya en el mes de agosto, Sonorama en Aranda de Duero. A pesar de las carreras, encuentro a un joven sonriente y bastante conversador, que parece haber dejado definitivamente atrás aquella polémica twittera zanjada con una disculpa pública y que le causó un trauma que a punto estuvo de llevárselo por delante. A pesar de la experiencia, too much para un chaval que empezaba a surfear los vaivenes de la fama, queremos pensar que algo bueno sacó en limpio de todo aquello con el tiempo. Al menos es lo que se intuye en este nuevo trabajo, AAAAAAA, tan brillante en lo musical como amargo cuando llega el momento de analizar sus letras, entre el desengaño amoroso y un complejo ejercicio de autoaceptación. Dice que su siguiente paso será, otra vez, un disco de pop luminoso. Pero entre tanto…

Creo que para arrancar la entrevista tengo que preguntarte por AAAAAA. Que, por cierto, ¿tú cómo lo pronuncias?
A ver, el título hace referencia a un grito. La intención era un poco esa, que la peña se quedara en plan: “¿Qué cojones es esto?”.

Lo componen seis canciones que también describen un momento concreto de tu vida.
Sí, el EP básicamente habla de una etapa un poco oscura en mi vida. Acababa de hacer mi primer disco, y no me convencía nada: no me gustaba mi voz, no sabía sobre qué escribir. Hasta que llegué a la conclusión de que lo que me llenaba era explicarle a la gente lo que estaba viviendo en esa etapa. Cuando empecé a escribir las canciones del EP, me di cuenta de que el género que mejor se ajustaba era el rock, porque eso me permitía gritar metafóricamente lo que estaba sintiendo. Para mí este disco es un grito de auxilio, de socorro.

AAAAAA tiene un cariz oscuro, pero creo que sigue sonando muy pop. Es más, te diría que incluso tiene un punto luminoso, que me recuerdo un poco al emo dosmilero.
Hay muchas refes que encajarían ahí y es verdad que, por ejemplo, el rock que acabas de mencionar tú no lo he escuchado tanto. He oído más a bandas como Nirvana, Queen, cosas así, pero obviamente no los utilizo como referencia porque sería faltarle al respeto a esa peña, ¿sabes? Les admiro demasiado. Pero sí, aunque estuviera encima de cosas más oscuras y gritonas, las melodías siguen estando ahí.

Claro, a eso me refiero. No supone un cambio drástico en cuanto a tu sonido.
Esa era la idea también, que todo tuviera una coherencia. Creo que el disco evoluciona desde lo más oscuro a cierta luminosidad porque realmente lo viví así. Y, de hecho, la última canción que hice, la última del disco, muestra que ya me sentía mucho más liberado de esa etapa.

Entiendo que en el propio proceso de hacer el disco buscabas esa liberación ¿no?
Totalmente. Fue un poco como cuando vas al psicólogo y lo escupes todo. Pues yo lo escupí ahí, en forma de canciones, y se aprecia esa evolución, cómo voy encontrando la salida. El arte del EP también intenta representar eso mismo: al final me acaban cortando los cuernos porque acabo saliendo del embrujo. Sin embargo, mucha gente cree que lo he hecho por alusión al diablo.

Y no tiene nada que ver con eso…
Para nada. Lo de los cuernos, la ropa, las heridas en la cara… Simplemente quería señalarme como «el raro de clase», aquel que está en una esquina y al que nadie quiere hablar, el que va por la calle y le giran la cara, ¿sabes? Porque era como me sentía en ese momento, y quise reinterpretarlo con esa estética. Pero ha habido gente que se ha rayado muchísimo… En Hay una plaza en el cielo hay una frase que dice “cuando el infierno te trata bien, quién quiere una plaza en el cielo”; pero realmente no se refiere al infierno o al cielo. De lo que estoy hablando ahí es de hacer las cosas bien o mal, porque también hubo una etapa de mi vida en la que yo estaba haciendo las cosas mal y me estaba equivocando.

No sé si sientes que cuanto más mayor te haces más real es lo que vas publicando.
Sí, me preocupa muchísimo que mi música en mi cabeza envejezca muy bien. También cuando entras la dinámica de hacer canciones te autoexiges muchísimo más, y en ese sentido creo que este EP ha sido lo más cuidado que he hecho nunca. En esta mala etapa he madurado muchísimo, tanto personal como musicalmente, y creo que eso está plasmado en AAAAAA. Ahora no me apetece escucharlo tanto, pero sé que cuando lo haga dentro de cinco años estaré orgulloso de este trabajo. Creo que seguirá sonando bien y fresco.

Por lo que me dices que no te quedaba otra opción más que currártelo así ¿no? Estabas en un momento de rayada máxima pensando en lo que estabas haciendo, no solo con tu carrera artística sino también en el aspecto personal. Pero ¿has sentido inseguridades en el proceso?
Sí, pero es lo que tú has dicho, no había otra opción. En ese proceso lo primero que me convenció fue ‘siemprequieroloquenotengo’, la canción que abre el EP, que habla de cuando estaba más hundido y salí del estudio y pensé: «¿Qué es lo que va a pensar la gente de lo que estoy escribiendo?». Pero la música es mi vida, y si musicalmente me siento bien, yo estoy bien yo. Sí es verdad que fue una etapa de muchísimas inseguridades, y creo que sigo arrastrando cosas. Pero musicalmente encontré el camino.

También se ve en tu último single, Cinco estrellas, que estás mejor. Has vuelto a ser el de siempre, con esa luminosidad pop tan tuya.
Totalmente.

Me ha sorprendido un poco lo rápido que has publicado el single después del EP.
Tardamos mucho tiempo en sacar el EP, y cuando lo hicimos había cambiado de fase, me apetecía volver al pop y las canciones felices. Tenía muchas ganas y necesidad de mostrarle a la gente otra etapa.

Y en directo, ¿cómo casan las canciones de AAAAAA con el resto?
Cuando hice el EP tuve muy presente el directo, y ya en mi anterior disco hay canciones como Despertar o Pelis de amor que tocan ese registro más rockerillo.

Este verano no vais a tocar mucho, aunque tenéis una fecha muy especial en el Festival Sonorama. ¿Cómo lo planteas?
En un festival tienes menos tiempo, así que intento que la energía esté siempre arriba. Suelo descartar siempre las canciones más tristes porque en un festival suele haber otro escenario a tu lado con gente tocando, así que si bajas mucho te comen…

Y a modo de cierre, ¿qué se puede esperar de Marc Seguí en un futuro?
Soy un tipo de artista al que le gustan mucho los discos largos, sumergirme en una estética o una idea. Odio lanzar cosas un poco porque sí y que luego al entrar en mi Spotify nada tenga sentido. Me gusta crear un universo y que quien realmente quiera escuchar mi música o ver lo que hago, también a nivel videoclips, se sumerja ahí. Ahora estoy trabajando en un disco y ya llevamos como la mitad hecho. Te diría que le estamos dando el mismo cariño que a la música del EP, pero que es más pop, más directo al cerebro. Y quiero pensar que es uno de esos discos que cuando en el futuro eche la vista atrás voy a pensar que ha sido uno de los trabajos de mi vida.

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