STARLITE: EN BUSCA DE NUEVOS PÚBLICOS
El festival boutique de Marbella, en el entorno espectacular de la Cantera de Nagüeles, se abre a la música urbana y a los ídolos pop de las nuevas generaciones para seguir perfeccionando y diversificando una programación profunda, madura y solemne que ya no solo reivindica a los grandes clásicos.
Con una programación maratoniana que se extiende durante dos meses y medio, de mediados de junio hasta el final de agosto, de forma prácticamente ininterrumpida –tan solo cierra puertas los domingos a partir de julio–, Starlite es el festival más largo de toda Europa, y a lo largo de sus trece ediciones se ha asentado como un punto de encuentro internacional para locales y turistas que consideran la música parte fundamental de su ocio vacacional. Situado en plena Cantera de Nagüeles, a las afueras de la ciudad malagueña de Marbella, es además esta peculiar localización, encajado ante una espectacular pared de roca, uno de sus grandes valores diferenciales. Pero no es el único.
Una espectacular instalación efímera de carácter industrial y hierro negro –a la manera de los mercados callejeros de Colombia o Centroeuropa– que se mantiene activa durante toda la duración del evento da la bienvenida a los asistentes. Y antes de pasar al auditorio en sí, con capacidad para 3.000 espectadores entre asientos de grada y palcos y un sonido espectacular –el festival fue uno de los bancos de pruebas del sistema direccional de audio que luego se utilizó en la construcción del Sphere de Las Vegas–, reforzado por la configuración del espacio como un anfiteatro natural, un Red Rocks a la española, pueden echar el rato en la zona Sessions, con actuaciones y djs, o reservar mesa en cualquiera de los cinco restaurantes de fusiones globales que acoge el recinto: Tara Bata, con fusión peruano-japonesa; Temazo, bracera mediterránea; Raffaella, con cocina italiana; Ánima, centrado en las cocina mexicana, y la experiencia más premium del Sandra’s Caviar Bar.
Todo se convierte en una excusa para redondear la experiencia del público, que vive jornadas con la emoción y sensación de caótico ajetreo de un festival pero con las comodidades y ausencia de sobresaltos que caracterizan a los ciclos de conciertos veraniegos “para adultos”, tipo Les Nits de Barcelona de los Jardines de Pedralbes o las Noches del Botánico en Madrid.
Pero este año, además, el festival marbellí ha querido rejuvenecer la propuesta y, entre todos esos artistas consagrados en géneros de canción clásica que son marca de la casa desde su fundación en 2012 –Van Morrison, Sheryl Crow, Luis Miguel, Tom Jones, Malú, Keane, Ricki Martin o Carlos Vives figuran en el cartel de esta edición–, también han querido contar con algunos de los representantes más orgánicos de la música urbana hispanoamericana: el afropop de Rels B, el regional tex-mex de Christian Nodal, la formación más latin rock de Manuel Turizo… Se unen a estrellas puramente urbanas como Farruko y Myke Towers, pero también a las estrellas pop de una nueva generación, planteando el a veces tan difícil relevo generacional. Junto a los grandes cantantes consagrados –Melendi, Vanesa Martín, Pablo López o el cantaor Miguel Poveda–, Starlite también verá las actuaciones de Aitana o de Sebastián Yatra, de Omar Montes o Camilo, de Emilia o Ana Mena. Todo argumentos de sobra para que pases a curiosear al menos una jornada si andas de vacaciones por la zona. No te arrepentirás.