JAMIE XX | ARTÍCULO
Diez años después, Jamie xx publica In Waves (Young Turks / Popstock), la esperada continuación del sobresaliente In Colour. Gestado a fuego lento durante cuatro años, el productor londinense sube los BPM y pone la vista en la pista de baile. El álbum, además, ha contado con invitados de honor como The Avalanches, Robyn, Panda Bear o sus compañeros en The xx. Repasamos su trayectoria hasta convertirse en uno de los baluartes de la electrónica contemporánea.
Jamie Smith, más conocido artísticamente como Jamie xx, lleva años definiendo la escena electrónica británica. Su exquisita forma de aunar beats y melodías atmosféricas, su obsesiva búsqueda de samples en discos olvidados y una acertada manera de manejar los diferentes géneros de electrónica que han marcado lo que llevamos de siglo, han convertido el trabajo del londinense en toda una referencia. Desde sus de sus inicios llevó a cabo remixes y producciones de artistas alejados de su órbita musical como Adele, Florence & The Machine, Drake o Alicia Keys, entre otros. No es de extrañar por tanto que Jamie también haya sido el orfebre que ha ido definiendo el camino sonoro de The xx, la banda que irrumpió en el panorama indie hace 15 años y puso en el mapa tanto a Jamie como a sus compañeros y amigos de la infancia, Romy Madley Croft y Oliver Sim.
Con este historial, resulta curioso que con 14 años Jamie le llegara a confesar a Oli que le daba paz y tranquilidad el hecho de pensar que no iba a hacer nada destacable en el mundo. Que su vida fuera irrelevante. Con el paso del tiempo y viendo su trayectoria, hace pensar que esta afirmación era más un mecanismo de defensa para trabajar sin presiones, más que una necesidad existencial. Por aquellos años su idilio con la música ya había comenzado. Por un lado, sus padres tenían una increíble selección de jazz y soul que sonaba constantemente en su casa y que posteriormente acabaría “robando” para su colección. Y por otro, sus dos tíos eran djs. Uno trabajó en la radio pirata británica poniendo house, y el otro como pinchadiscos en diferentes clubs de Nueva York, lo que le dio a Jamie la oportunidad de entrar a una discoteca con tan solo 7 años para ver pinchar a su tío, una experiencia a la postre reveladora. Con 10 años, sus tíos le regalarían un par de tocadiscos con los que comenzó a mezclar y buscar samples entre discos olvidados de jazz y soul de los setenta y ochenta, una de las señas de identidad en la música Jamie xx. De manera autodidacta fue desarrollando su estilo, que le llevó a pinchar en clubes de Candem cuando todavía no tenía edad para tomar alcohol. Aquellas sesiones, de soul y jazz principalmente, comenzaron a verse inundadas de sonidos electrónicos a medida que comenzó a salir y conocer la escena de clubs británica de primera mano. A diferencia de la mayoría de chavales, aquellas incursiones nocturnas no consistían en socializar, sino en empaparse de los sonidos y estilos que estaban protagonizando la escena. “Me inspira mucho la cultura de club que hay en Londres y en Gran Bretaña en general. Pero no entiendo los clubs nocturnos como espacios sociales. A mí me interesa simplemente la música”, confesaba en una entrevista. Fue así cómo tomó contacto con el grime, el dupstep o el house, géneros cruciales para su evolución sonora junto con el hip hop. Discos como Double Figure (Warp, 2001) de Plaid y Since I Left You (XL Recordings, 2001) de The Avalanches fueron claves confesas para entender la música electrónica y enseñarle a producir.
En paralelo a sus primeras incursiones como dj, Jamie, junto a sus amigos Romy, Oliver y Baria Qureshi, comenzaron a hacer música juntos bajo el nombre de The xx. Era 2005 y los cuatro iban a la escuela pública Elliot School, la misma en la que años atrás estudiaron los miembros de Hot Chip o William Bevan, más conocido como Burial. Después de varios años puliendo un sonido con una fuerte influencia del R&B contemporáneo, publican su álbum debut, xx, con el sello Young Turks, ya reconvertidos en trío tras la salida de Qureshi. El álbum se convierte inmediatamente en un éxito de público y crítica, alzando a The xx como los nuevos referentes de la música indie y llevándose el Mercury Prize de 2010. Y define lo que en adelante serían las señas de identidad del grupo: melodías cálidas con una producción minimalista caracterizada por arreglos escasos y un notable protagonismo de los silencios. Lo que pocos conocían por aquel entonces era que detrás de estas señas de identidad se encontraba la mano de Jamie, quien se había puesto al frente de la producción junto a Rodaidh McDonald, quien hacía las labores de ingeniero, tras el intento fallido del sello de situar a Diplo y Kwes como productores. Su trabajo en el estudio llamó la atención dentro del sello XL Recordings -la mítica discográfica a la que pertenece Young Turks-, y le encargaron el remix del tema You’ve Got the Love de Florence + the Machine. A este le siguieron exitosas remezclas de artistas pop como Adele, Jack Peñate y Glasser. Pero la verdadera prueba de fuego llegaría en 2010 cuando Richard Russell, capo de XL Recordings, le propuso remezclar al completo el álbum I’m New Here (XL Recordings, 2010) de Gil Scottt-Heron. Este disco, lanzado meses antes, había supuesto el retorno de uno de los poetas afroamericanos pioneros del rap tras un retiro de 15 años. Russell llegó a confesarle a Jamie que el álbum debut de The xx, había servido de influencia en la producción de I’m New Here, lo que allanó el camino para considerar al joven productor británico como la primera de las opciones para las remezclas. En esos años Jamie comenzaba a ganar reputación como dj en la escena postdubstep de Brixton bajo el nombre de Jamie xx, y la idea de publicar algo en solitario le tentaba pero le asustaba, por lo que encontró en este proyecto la mejor manera de estrenarse. Desde el principio, tuvo claro la forma de afrontar el trabajo: “Como con todos mis remixes, no estaría muy contento si simplemente jugara con los sonidos de otra persona. Necesitaba hacer algo que suene como yo pero que mantenga un elemento del original. Nunca me han gustado los remixes que suenan igual”. El resultado es We’re New Here (Young Turks, 2011), un álbum en el que el spoken word de Scott-Heron renace a través de los beats atmosféricos de Smith, que se adentran en los terrenos del dubstep o el trip hop. Jamie incluso samplea canciones antiguas y material inédito del artista americano. Para ello, le pidieron permiso y Gil, contundente, les dijo: “Jamie sabe más sobre esto que yo, así que déjenlo hacer lo que quiera…”. We’re New Here es un trabajo que sugiere más valentía que reverencia por parte de Smith ante la obra de Scott-Heron, quien moriría meses después de su publicación. Este trabajo supuso un chute de autoestima y popularidad para el joven productor británico, que ese mismo año coescribiría y produciría el tema Take Care de Drake, formaría parte del elenco de productores del sexto álbum de Rihanna, Talk That Talk, y, sobre todo, publicaría su primer sencillo en solitario: Far Nearer / Beat For.
Así llegamos a 2012, año en el que The xx regresan con su segundo disco, Coexist (Young Turks, 2012), y con el que empezamos a palpar cómo la identidad sonora del grupo comienza a tomar elementos electrónicos influidos por la constante evolución de Jamie como productor y dj en solitario. La prensa se hace eco de ello definiéndole como “la gran revelación de este segundo disco (…) Con sus remixes y sesiones ha demostrado ser uno de los productores jóvenes más aventureros y hambrientos”. Pero lo mejor estaba aún por llegar, y tan solo tres años después Jamie xx se consolidaba como una de las figuras referentes de la electrónica gracias a In Colour (Young Turks, 2015), su esperadísimo debut en solitario. Este trabajo, considerado aún hoy como un titán del dance contemporáneo, está compuesto por 11 temas concebidos a lo largo de 6 años. A través de ellos nos presenta los estilos musicales que más le han marcado en el terreno de la música electrónica: house, dubstep, drum and bass, mi nimal, tropical, gqom… Su escucha evoca a las obras de Caribou, The Field o su admirado Four Tet, con los que Jamie comparte esa habilidad para dotar a sus temas electrónicos de emoción y humanidad, manejando como nadie el alma y los pies en la pista de baile. “En ocasiones trabajar en grupo puede resultar frustrante, porque se marcan más las barreras. En este caso no tenía ninguna marcada, me dejé llevar a lo largo de los seis años que me ha costado terminarlo. Era algo que necesitaba sacarme de dentro”, explicaba Jamie durante la promoción del disco.
El impacto de In Colour no se hizo esperar y no tardó en reflejarse en la agenda de Jamie, convirtiendo los años siguientes en un no parar de bolos en clubs y festivales. Esto hizo que el tercer álbum de The xx, I See You (Young Turks, 2017), lo grabara casi en la distancia, aunque no por ello su influencia fuera menor. Tal y como los propios Romy y Oliver cuentan, In Colour fue determinante para definir el sonido de I See You y la evolución de la banda. Marcados por las sesiones de Jamie, Romy y Oliver comenzaron a componer las demos de las canciones para posteriormente pasárselas al productor y que él les diera su toque final a base de elementos electrónicos y samples. Esta forma de trabajar no afectó al resultado, garantizando de nuevo un gran trabajo de los británicos y, además, demostrando su capacidad para evolucionar.
Tras finalizar la gira de I See You en 2018, Smith creía que tenía todo preparado para su segundo álbum en solitario. “Me puse a hacer música con lo que tenía en mente y el resultado fue realmente aburrido”, ha confesado en una entrevista reciente. “Me costaba escuchar música dance actual porque me hacía darme cuenta de todo el trabajo que no estaba haciendo bien y lo que me estaba costando terminar el álbum. Así que volví a los orígenes y me puse a escuchar los discos de jazz y soul de mis padres, y volví a hacer música como cuando era niño, sampleando esos discos”. En este punto, Jamie se vio abocado a un proceso de autorreflexión en el que la pandemia jugó un papel fundamental. Por un lado, durante el confinamiento le propusieron dirigir un programa en la BBC Radio 1, gracias al cual tuvo la oportunidad de volver a tomar contacto con influencias clásicas como The Avalanches o Fela Kuti, y con nuevas referencias de la escena avant como Jockstrap o Kelly Lee Owens. Esto, sumado a la cultura rave que resurgió en plena pandemia como respuesta moralmente dudosa al aislamiento, volvió a despertar en Jamie la creatividad y el empuje necesario para terminar de dar forma a lo que sería In Waves (Young Turks / Popstock, 2024). La esperada continuación de In Colour marca distancias con su predecesor en cuanto a que está diseñado para disfrutar en su totalidad en el club. Los 12 temas del álbum son una suerte de sesión magistral en la que Jamie maneja a la perfección el oleaje emocional y eufórico propio de las mejores noches. Otra de las novedades es que Jamie xx ha trabajado por primera vez con productores externos: Panda Bear, Honey Dijon o The Avalanches. Ahí es nada. El resultado es un brillante álbum que para la crítica supondrá la enésima redefinición de la música dance británica, y que para Jamie simplemente ha sido “un antídoto contra lo deprimente que es el mundo”.
El siguiente paso parece evidente: nuevo disco de The xx. Aunque la banda ha ido confirmando por separado que el disco está en camino, es evidente que los tres miembros no son los mismos que en 2017. “Ahora que todos hemos hecho nuestras propias cosas, va a ser un poco más difícil, porque todos estamos un poco más alejados musicalmente. Va a ser un desafío, pero no sé cómo va a terminar”, confesaba recientemente Smith. Lo que está claro es que nos morimos por escucharlo. ¿2025?