LA SEÑORITA BLANCO | ENTREVISTA
Olga Blanco, aka La Señorita Blanco, presentó en teatros del canal y en estreno absoluto su tercera parte de Paisaje dentro de paisaje. Con 3. Acto de Fe continuaba su exploración teatral y su expiación de miedos. Olga es directora residente de artes vivas en Teatros del Canal.
Todo comenzó hace unos años, cuando «empiezo a investigar acerca del paisaje en 2017 bajo la necesidad de explorar la emoción de lo sublime, mezcla de belleza y terror, asombro y melancolía. El paisaje no se mueve para ser observado por nosotros, sino que existe y existirá a pesar de nuestra mirada», cuenta Blanco. Ese interés por el paisaje y las diferentes emociones que evoca, le empujó a a escribir no una, sino hasta tres obras guiadas por un tema central: «mi miedo a la muerte. En Sacrificio y Lo animal estaba mucho más enfadada con todo, son piezas más oscuras, más tristes. Acto de fe es una especie de reconciliación con aquello que aún hoy no entiendo».
Sus obras hablan de sentimientos universales que encuentran en la mezcla de lo visual y lo escénico su mejor representación: “Una de las características de las artes vivas es la hibridez. En este sentido yo trabajo más como una artista visual que como una artista escénica y cada vez soy más radical en las propuestas”.
Pese a la relevancia de sus último trabajos, Blanco vive de primera mano lo complicado que es luchar día a día y ganarse la vida en el mundo del teatro. “Formo parte de la comunidad de creadoras y creadores, son mis compañeras y compañeros desde hace muchos años. Hemos estudiado y crecido dentro de escuelas convencionales y hemos sentido la necesidad de desmontar y volver a construir desde otros lugares. Lo que hacemos, que ahora se llama artes vivas, es teatro. La falta de entendimiento hacia lo que estamos haciendo hace que seamos marginadas. No tenemos trabajo, esa es la realidad». Aún así, cree que aún hay esperanza para un futuro laboral mejor, siempre partiendo por un compromiso colectivo: «Espero que esto cambie, si algo me hizo aceptar entrar en Canal fue eso, poder hacer algo por el colectivo, posibilitar que trabajemos cada vez más cerca de casa”.