JOSH PETTINGER | ENTREVISTA
Por: Andrés Castaño
El dibujante británico -estadounidense de adopción- Josh Pettinger ha conseguido labrarse un lugar significativo en el mundo del cómic de autor gracias a los personajes estrambóticos que pueblan su mundo tragicómico y satírico. ‘Goiter’ (La Cúpula, 2024) es su última obra, y su primera gran colección de relatos. por sus ocho episodios circulan seres agarrados a una ilusión que rozan el filo de lo ridículo, lo enfermizo, lo patético… ¿Apocados por su propio destino, por su propia naturaleza o por su propia decadencia?
Le han comparado con Daniel Clowes, Adrian Tomine y Noah Van Sciver, y aunque en cierta manera este viñetista, historie- tista y autor de cómic -nacido en la Isla de Wight, en Inglaterra, pero asentado desde hace años en Philadelphia para el desarro- llo de su carrera- sigue el estilo sobrio y sa- tírico de toda esa generación de autores es- tadounidenses formados en la Edad del Oro del cómic y en la línea underground de EC Comics y la revista MAD, Josh Pettinger está más conectado con la desolación desconectada, valga la redundancia, de nuestro distópico presente, situándose con un estilo tremendamente personal en la primera línea de una nueva generación de maestros comiqueros. Llevando a unos personajes dignos de estudio antropológico al límite a través de un uso retorcido de la psicología, y buscando exponer las contradicciones que definen a los seres humanos, en Goiter, su primera gran antología, recopilación de las pequeñas historietas que componen este universo de tragicomedias, realiza un co- mentario crítico sobre la sociedad, sí, pero sobre todo demuestra una capacidad única para dibujar un patetismo encantador que en el fondo desvela pura pasión por el otro. Nos explica detalles sobre su estilo y su manera de elaborar esa galería de personajes tan sorprendentes.
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¿Consideras el mundo un lugar tan hostil y poco amigable como se describe en ‘Goiter’?
Sobre todo, me resulta indiferente. Los personajes de ‘Goiter’ experimentan la vida como algo que te sucede y no como algo que tienes bajo control, lo cual es un sentimiento familiar para mí. La gran mayoría de las personas son amables o al menos son capaces de serlo. Uno de los principales temas explorados en el libro es la soledad, que creo que es una experiencia casi universal hoy en día, incluso si estás rodeado de personas que se preocupan por ti.
¿Ese tipo de personajes y elementos -violencia, absurdo, vidas grises, relaciones decadentes…- representan una extensión de nuestro mundo?
Es importante que la política esté represen- tada en el arte, pero no tengo ningún interés en que eso sea parte de mi propio trabajo. Estoy interesado en las relaciones humanas, y en cómo interactuamos entre nosotros. Creo que lo más cerca que estaré es la historieta de ‘Victory Squad’, que en la superficie trata sobre el capitalismo. Pero creo que esa historia realmente trata sobre el aislamiento, y su enfoque iba sobre lo mucho que nos hemos alejado los unos de los otros.
¿Son nuestras tragedias personales, experiencias sin sentido, personajes límite, un buen material para explorar la naturaleza humana?
Sí, absolutamente, es el principal pozo del que bebo. Cada historia que escribo comienza con una idea que podría ser una historia de amor, o algún tipo de relación. Cuando lo recuerdo, me doy cuenta de que subconscientemente he escrito una historia sobre algunas de las peores experiencias por las que he pasado. Y parezco filtrarlo todo a través de una especie de prisma de trastorno de estrés postraumático. Incluso pienso que no es intencional. No me siento y digo “¿Cuál es el problema? ¿Qué es lo peor que me ha pasado en la vida?”, y escribo una historia sobre ello. Pienso que las cosas malas me han infor- mado de todos los aspectos de mi carácter. Soy incapaz de escribir una historia feliz, aunque ahora soy bastante feliz con mi vida.
¿Crees que en nuestro mundo y vida cotidiana el humor es una buena respuesta para reducir tensiones?
¡Sí! Creo que cada uno de mis cómics es en el fondo una comedia con un trasfondo trágico. Creo que así es como me las arreglo. Crecí con comedias oscuras, como ‘Brass Eye’ y ‘Jam’ -dos series satíricas creadas por el famoso humorista británico Chris Morris entre finales de los 90 y principios de los 2000-, esas cosas influyeron en mi sentido del humor. Creo que la desolación y la comedia van de la mano.
¿Puede el cómic ayudarnos a hacer el mundo más relajado y divertido?
No estoy seguro. Creo que es como un adhesivo. Puedes reírte de un hombre que se resbala con una cáscara de plátano, pero aun así tiene que ir al hospital para que le reemplacen la cadera. El tipo con la cadera rota puede hacer una broma al respecto, pero a continuación experimentará una deuda médica abrumadora.
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¿Qué historias te gusta contar, y por qué?
Me gusta contar historias que sean extremadamente personales. Las historias que me parecen más específicas a la experiencia parecen ser las más universales. Y creo que es porque, si bien los acontecimientos reales pueden ser únicos para mí, los sentimientos que represento en esos acontecimientos son cosas que todos hemos sentido. Tristeza, humillación, soledad, amor… Me gusta escribir historias que me parezcan autobiográficas, pero ficticias hasta el punto de ser irreconocibles. El elemento autobiográfico es donde está la verdad y es donde la gente se conecta con mis historias, pero la ficción es di- vertida, es lo que me hace disfrutar.
¿Te sientes más cerca del mundo del cómic underground estadounidense o de Europa / Reino Unido?
Me siento absolutamente parte de la escena del cómic estadounidense. Tengo una afinidad específica con Francia, ya que tuve una gran experiencia con mi editor allí, así como la nominación de mi obra en Angoulême y los festivales franceses, pero definitivamente Estados Unidos es mi hogar. Me siento muy desconectado de Inglaterra y la escena de cómics de allí. Tengo algunos amigos que hacen cómics en el Reino Unido, pero eso es todo.
En tus obras te gusta mezclar: hacer un híbrido de géneros -ciencia ficción, fantasía, terror e historias disruptivas-, jugar con una estructura no lineal. ¿Por qué elegiste esos elementos y con qué objetivo o propósito?
Solo quiero que cada historia se sienta diferente. Me gustaría crear un conjunto de trabajos que le resulte variado e interesante a todo tipo de personas.
¿Cómo definirías tus obras y cómics?
Son divertidas y honestas. A veces surrealistas. A menudo se las describe como inquietantes, lo cual no es intencional, pero supongo que les suceden cosas extremas a unos personajes que, como yo, están algo atrofiados y reprimidos emocionalmente.
En tu cuenta de Instagram defines al personaje de tu próxima obra, Tedward, como un “adorable perdedor” ¿Puedes adelantarnos algo sobre ese trabajo?
Es un hombre fuera de tiempo, un tipo pasado de moda. ¡Está buscando el amor mientras el mun- do lo ataca desde todos los ángulos! Es una especie de víctima de circunstancias surrealistas.
Si no te quieres quedar sin Goiter, hazte con tu copia en lacupula.com